Muchas empresas han tenido que volcarse en plataforma de VoIP convencionales para solucionar momentáneamente sus problemas de comunicación mientras teletrabajaban. Si bien es una solución pasajera, es algo poco recomendable de cara a mantener este tipo de sistemas de cara al futuro. Y es que las comunicaciones de un negocio necesitan unos servicios que estén a la altura, en seguridad y características, algo que no suelen dar las plataformas enfocadas a usuario final.
El teléfono SIP de bolsillo
Estas apps VoIP son lo que también se llaman softphone o teléfonos SIP. Es decir, son un software con las funciones de un terminal telefónico VoIP y nos permite llevar en un ordenador o un smartphone todas sus posibilidades como puede ser estar conectado a la extensión de un número de oficina o aprovechar diferentes funciones de centralita como el desvío de llamadas, sin necesidad de estar entre las cuatro paredes de la empresa.
¿Son todas las apps VoIP iguales? ¿Qué hay que buscar?
Llegamos al núcleo de la cuestión. Para empezar, hay que distinguir, como ya hemos adelantado, entre las apps VoIP de “usuario” y las “profesionales”. En esencia, la diferencia más importante entre algunas como pueden ser WhatsApp o Skype es que se trata de plataformas abiertas, con servidores compartidos por todo el mundo, mientras que, en las dirigidas al mercado empresarial, tenemos la seguridad de controlar el sistema ya que se crean plataformas cerradas sólo para los miembros de una compañía. No quiere decir esto que las “públicas” sean menos seguras, también cuentan con un buen cifrado, pero no deja de ser cierto que compartimos el servicio con miles o millones de personas más.
Evidentemente, por seguridad de la información y las comunicaciones, hay que olvidarse de las que están dirigidas a cualquier usuario y centrarnos en las más profesionales.
Por tanto, ya en el terreno de las apps VoIP empresariales, entre las funciones que comparten la mayoría – o mejor dicho, que si no lo tienen debería ser razón para descartarlas de inmediato – está la posibilidad de funcionar en segundo plano, contar con notificaciones push, soportar códec como el G729, facilitar el copiado de un número o la gestión de mensajes SMS. Las que son ya casi innatas a estas apps serían la posibilidad de configurar un tiempo de “desconexión”, recepción de llamadas sobre WiFi si está disponible para ahorrar datos, integración con la agenda o la visualización del balance de gastos de las llamadas.
Ahora bien… la siguiente gran pregunta es ¿queremos un servicio “llave en mano” o “marca blanca”? Ambos dos tienen ventajas. Por ejemplo, en el primer caso tenemos propuestas como la de Zadarma, que a su servicio de centralita virtual le añade una app para smartphones que ya viene preparada para instalarla y empezar a usar desde el primer minuto con todas las funciones y servicios antes señalados y alguno que otro más. La otra cara de la moneda son propuestas como la de Zoiper, Calls o Linphone.
El caso de las dos primeras es bastante similar ya que tenemos un softphone que por si sólo no funciona, hay que configurar el servicio con algún proveedor y en cada uno de los móviles en los que la instalemos. Por su parte, Linphone es una alternativa “open source”, que realmente cuenta con pocas funciones extra ya que no deja de ser la “muestra” para el verdadero negocio de la empresa que es desarrollar apps “ad hoc” para empresas, donde ya ponen todas las funciones que sí puede llegar a tener. Además, estas últimas carecen de algo que también tiene la de Zadarma y otras marcas similares. Al ser apps “de libre uso”, no cuentan con un soporte técnico ni para configurarlas ni para ayudarnos en caso de problemas.
Cerrando ya, por tanto, el círculo, la mejor opción es, sin duda, optar por un servicio “llave en mano”, como el antes mencionado, pero aún aquí, también hay que ver diferencias. Junto a Zadarma, que ya lo hemos explicado, estaría otra marca como 3CX. En este momento, ya entra la diferente filosofía o estrategia comercial de cada marca.
3CX ofrece un servicio que, en cuanto a funciones, es similar a Zadarma pero donde ésta última ofrece tres sencillos paquetes de tarifas de llamadas, 3CX trabaja única y exclusivamente a través de presupuestos personalizados, por lo que a priori, no podemos valorar ni el coste ni las condiciones (permanencia, cuota mínima, etc. que en el otro caso no existe). Además, hay otra diferencia en la flexibilidad, su app no es “autoinstalable” – en el caso de su rival, cada usuario puede tenerla activa en minutos con solo meter los datos de su cuenta -. Es el administrador de la centralita virtual el que tiene que configurar servicios básicos para funciones como las notificaciones, o si no, nunca lo harán. Quizás una gran empresa con un potente departamento técnico le vea ventajas, ya que tiene hasta un sistema de geolocalización de empleados para saber si están o no en la oficina, pero para la gran mayoría de PYMEs, supone un esfuerzo poco rentable.
En resumen, si una empresa quiere contar con una app VoIP con garantías, además de buscar una completa en funciones, siempre será mucho más cómodo y rentable apostar por una opción autoinstalable, que ya venga preparada con todas las funciones listas para usar, y con una clara propuesta de tarifas y costes.